En la calle no deja de llover, como lo ha hecho durante todo el día, pero ya estoy en el hotel tras haber pasado dos horas en un pequeño restaurante de barrio para gente local. Hemos pedido un plato de arroz con garbanzos muy típico de aquí que nos ha costado tan solo 1 euro y que sabía a comida casera, de la rica. Hemos compartido mesa con un marinero turco que ha...