Sí, después de leer ese título estás pensando en la comida turca más famosa: el kebab pero la gastronomía turca es muchísimo más rica de lo que te imaginas. De hecho, aquí existen decenas de tipos de kebab diferentes que no se limitan solo a la carne que da vueltas.
En Turquía la comida además de barata es muy buena y variada.
Las opciones más baratas
Pilav
Uno de los platos más asequibles es el pilar. Se trata de un arroz blanco con garbanzos (y pollo si quieres) que cuesta entre 3 y 8 liras dependiendo del lugar que elijas para comerlo. ¡Un plato sano y rico por un euro aproximadamente!
Puestos callejeros
En la calle hay puestos de comida de distintos tipos. En la mayoría encontramos mazorcas de maíz por 3 liras y una especie de bagels que puedes tomar solos, con queso o con nutella por 4 liras (70 céntimos). Eso sí, el queso aunque parezca un quesito es bastante fuerte.
Kavuk
Este es el kebab que todos conocemos, pero aquí no lo suelen poner en pan de pita sino en pan normal como si fuera el típico bocadillo español. Lo mejor es el precio, lo encuentras desde 3 liras (50 céntimos).
Lo que tienes que probar sí o sí
Bocadillo de pescado
En unos barquitos a la orilla del Bósforo, cerca del puente Gálata puedes comprar un bocadillo de pescado muy rico por tan solo 12 liras (2 euros).
Adana Kebab
Para los turcos este es el kebab más habitual y el mejor, y nada tiene que ver con el que estamos acostumbrados. Son unos rollitos de carne picada especiada de cordero y vaca que se cocinan a la parrilla y se sirven con arroz generalmente. Precio desde 35 liras (6 euros).
Közde Künefe
Es un postre delicioso hecho a la brasa lentamente. Se hace con fideos de una especie de pasta filo muy finos, almíbar de azahar, queso, mantequilla y polvo de pistacho. Así dicho puede que no suene espectacular, pero os aseguro que el sabor lo es. Lo puedes encontrar desde 12 liras.
Baklava
A los dulces de hojaldre turcos se les llama bailaba. Los hay de muchos tipos, pero lo que todos tienen en común es su masa blandita empapada en almíbar que los convierte en una bomba de calorías super dulce y rica.
Helado turco
El helado turco tiene una textura mucho más untuosa y flexible, que hace que no se despegue de la cuchara. Además “si tienes suerte” como yo podrás ver que comprar el helado también es toda una aventura.
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Yogur turco
Aunque los griegos se hayan llevado la fama, los turcos son los que inventaron el yogur 5000 años antes de Cristo. De hecho, la palabra yogur que utilizamos viene del turco “jugurt”. Tienes que probarlo con miel, es tan cremoso o más que el yogur griego.
También tienes que atreverte con el ayran, su bebida por excelencia que pueden tomar entre horas, con el desayuno, la comida o la cena. Es un yogur líquido de leche de oveja con limón y sal. Si puedes, en lugar de tomar el de bote, prueba el espumoso que preparan en los propios restaurantes. Precio 6 liras (1 euro).
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