Aunque estemos en Turquía caminar por Éfeso es hacerlo por la antigua Roma, ya que es uno de los ejemplos mejor conservados de esta civilización. Tras la caída del Imperio Romano, hace 1500 años la ciudad fue abandonada cuando perdió su salida al mar y los cristianos que habitaban la ciudad decidieron buscar un lugar nuevo en el que establecerse. Desde entonces los movimientos sísmicos y la erosión la ocultaron bajo cuatro metros de tierra hasta el siglo XIX que fue descubierta por un grupo de arqueólogos ingleses.
Hoy podemos visitar el 20% de lo que fue la ciudad, el resto aún permanece enterrado esperando a ser descubierto. Será un proceso que lleve tiempo, los arqueólogos de la Universidad de Viena se encargan de las nuevas excavaciones, pero solo durante el verano.
Lo que hoy podemos visitar es suficiente para impresionar a cualquiera. Por las calles de mármol que hoy pisamos los turistas antes paseaban los romanos, que estaban mucho más avanzados de lo que podríamos pensar: tenían agua corriente, alcantarillado, y lo que más me sorprendió: alumbrado público en las calles mediante enormes lámparas de aceite.
Podemos sentarnos en los asientos del Odeón (antiguo congreso) como lo hacían los políticos. O ver la increíble fachada de la cuarta biblioteca más importante del Imperio que albergaba más de 12.000 libros en forma de papiro, muchos de ellos egipcios.
También podemos entrar al teatro por la misma puerta que lo hacían los gladiadores y sentarnos a imaginar cómo eran los espectáculos que antes entretenían al pueblo.
Siguiendo sus calles nos encontramos con curiosidades como el primer anuncio de la época, que no era otro que un grabado de piedra en el suelo que indicaba el camino al burdel de la ciudad y lo que podías encontrar en él.
Cruzando la puerta de Hércules y tocando las dos columnas que emergen a sus lados a la vez dicen que se adquiría su fuerza, pero creo que con el paso de los años ha perdido su poder, porque después de hacerlo no noté nada en especial…
Este trocito romano de Turquía bien merece una visita y lo bueno es que cada que vuelvas habría algún descubrimiento arqueológico nuevo que conocer.
Información práctica
Precio de la entrada: 60 liras.
Precio ruta con guía privado por Éfeso: 200 liras.
¿Cómo llegar a Éfeso?
Éfeso está en la ciudad actual de Selcuk. Desde Izmir, la ciudad más cercana con aeropuerto, hay trenes casi cada hora por 7,50 liras y que tardan 1 hora y media en llegar.
Desde Denizli, la ciudad más cercana a Pamukkale, el viaje en tren dura 3 horas y media y cuesta 17,50 liras.
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