Llevo 80 días viajando. En ese tiempo Willy Fog tuvo tiempo más que de sobra para dar la vuelta al mundo y lo hizo cuando no existía el avión ni las aerolíneas low cost. Yo creo que he probado todos los medios de transporte a mi alcance: barco, moto, ferry, avión, bicicleta, teleférico, coche… y no he alcanzado a recorrer ni una décima parte de los lugares que él descubrió, pero tampoco me importa. No soy de las que quieren coleccionar sellos en el pasaporte para decir “he estado en X países”, prefiero viajar lento y poder acabar diciendo “tengo amigos en Polonia, he vivido en una casa con una señora checa que no hablaba mi idioma o he cocinado una tortilla para mis amigos turcos”. Las experiencias son las que han marcado mi viaje, no los kilómetros, añadir una ciudad más a la lista de visitadas o los monumentos más turísticos con los que me he hecho una fotografía.
Viajar durante tanto tiempo seguido es a la vez fácil y difícil, es fácil porque el tiempo pasa rápido mientras descubres lugares desconocidos y culturas distintas, pero también es difícil hacerlo día tras día y semana tras semana con el mismo ánimo. A veces solo quieres descansar, no ver nada, quedarte en la cama a ver series y cocinar algo que sepa a “casa”.
Otras veces sientes todo lo contrario, esas ansias de conocer que hacen que quieras dormir poco para vivir mucho, y que cada segundo cuente porque mientras descansas algo está pasando y tú te lo estás perdiendo.
No creí que fuera a aguantar tanto, que solo en una mochila me cupiera todo lo necesario para esta aventura, que el no tener planes pudiera ser un plan en sí mismo, pero aquí estoy, casi tres meses después escribiendo desde una casa-cueva en Cappadocia, muy lejos de España.
El viaje no ha terminado, pero tras estos 80 días creo que es momento de hacer un pequeño balance, de pensar en todo lo que ha ocurrido hasta ahora, en todo lo bueno porque lo malo ha sido insignificante, y con ello coger fuerzas para todo el camino que me queda aún por recorrer.
Hoy el 80 marca el calendario como si fuera una especie de aniversario a lo Julio Verne, pero mañana será un día más o un día menos según se mire, pero lo que será seguro es un día que cuente.
Pd. Escribí esto a los 80 días, lo publico hoy cuando han pasado 83 y desgracidamante, ya me ha tocado vivir lo que dicen “todo viaje tiene también un lado malo”. Me robaron en el hostel, y sí, es solo algo material lo que he perdido, pero no quita para que sea una faena. Lo único bueno es que gracias a eso pude ver lo eficiente que es la policia turca y lo mucho que trataron de ayudarme para tratar de encontrar al culpable. Ojalá que lo encuentren y pueda recuperar mis cosas…
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