– Píntame el jardín morado más bonito que pueda imaginar. – No. – ¿Por qué? – Porque la naturaleza ya lo pintó en Brihuega. Imagina un jardín en el que la vista se te pierde entre las flores moradas. Imagina un aroma suave, pero un poco dulce, que impregna todo el aire mientras caminas por él. Piensa en unas líneas perfectas trazadas en el...