La Casa en el Agua

Imagínate una casita de madera en el medio de las aguas cristalinas del Caribe, rodeada de corales y pececitos de colares. Eso que estás visualizando ahora mismo es exactamente la Casa en el Agua, probablemente uno de los hostels más bonitos de Colombia, e incluso de Latinoamérica.

La Casa en el Agua se construyó hace 25 años como una casa de vacaciones, pero hoy es un hostel en el que poder disfrutar de una experiencia diferente en el Caribe Colombiano.

En el archipiélago de las Islas de San Bernardo se encuentra este tesoro oculto. Para llegar, puedes coger una lancha en el Muelle de la Bodeguita de Cartagena de Indias y en tan solo dos horas de trayecto habrás llegado al paraíso. Cada trayecto cuesta 100.000 pesos (aprox. 22€) y además hay que pagar el impuesto de entrada, ya que es un parque nacional, otros 16.500 pesos (aprox. 4€).

Cuando llegas a la Casa en el Agua, tienes que estar dispuesto a disfrutar de la experiencia, sin lujos ni modernidades. La ducha es un cubo de agua que te dan por la noche para que puedas quitarte la sal de tu piel después de haber estado todo el día en el agua, el baño es una letrina química en las que después de usarlo tienes que usar serrín, no hay wifi y la señal de teléfono es muy débil, y el lo que vas a comer tampoco se elige, el menú es el mismo para todos y depende de lo que hayan pescado.

¿Estás dispuesto a esto? Entonces disfrutarás, probablemente, de una de las mejores estancias de tu vida.

La Casa en el Agua es una casita de dos pisos: en la parte de abajo está el salón comunal, en el que están las mesas para comer, algunas hamacas y el bar en el que disfrutar de los ricos cocktails que preparan desde primera hora. Y en la parte de arriba están las habitaciones: las hay privadas, y también compartidas tanto de literas, como de hamacas.

Desde primera hora de la mañana suena la música, y las mesas comunales hacen que puedas conocer al resto de huéspedes de una manera natural y compartir la experiencia con ellos. En mi caso estuve dos noches, y la primera tuvimos un grupo genial en el que congeniamos muy bien y lo pasamos de fábula tomando al atardecer, bailando tras la cena o compartiendo en el agua.

En la Casa en el Agua, como su nombre indica, te vas a pasar el día mojado hasta que te arrugues como una pasa. Puedes nadar en la zona de arena blanca que hay junto a la casa, tirarte desde el primer piso al mar (si te atreves), hacer snorkel alrededor teniendo cuidado de no tocar el suelo y dañar los corales o que te dañen a ti si tocas uno de fuego, tomarte un coco loco o una piña colada junto al mar, tumbarte sobre el twister acuático o la tabla de surf, disfrutar de la excelente comida que preparan los locales con lo que pescan en la zona, alquilar un kayak y acercarte a las islas vecinas o a la casa abandonada que hay cerca, hacer el tour que te lleva a las islas de Titinpan, hacer el tour de snorkel en el que te llevan a una zona de corales enormes en la que poder bucear profundo, hacer el tour nocturno de plankton junto a los manglares en el que te sentirás como Aquaman, rodeado de polvo de hadas y nadando en la oscuridad, pero brillando por las partículas luminiscentes que te rodean.

Seguro que después de llegar hasta aquí ya te han entrado ganas de ir y te preguntas cuánto costará una experiencia como esta. La única manera de disfrutar de la Casa en el Agua es alojándote en ella, ya que no aceptan estadías de personas que no sean huéspedes. Todos las opciones de alojamiento incluyen además el desayuno, el almuerzo, la cena y el tour del día. Hay precios para todos los bolsillos, desde 160.000 pesos (aprox. 35€) por una hamaca hasta 490.000 (aprox. 107€) por la habitación más grande para dos personas y con las mejores vistas.

Eso sí, no se pagan los gastos extra, como las bebidas del bar hasta el check out, así que ojo con lo que consumes porque si te pasas con los cocktails y el aguardiente te puede salir mucho más caro que el precio de la habitación.