Si visitas Toronto, aparte de las visitas obligadas y no por ello menos recomendables como subir a la CNTower, visitar la torre más alta de América, y ver la ciudad desde 553 metros, hacerte una foto con la palabra Toronto en Nathan Philips Square, ver un partido de Hockey, conocer su maravilloso acuario, visitar Casa Loma o cruzar en ferry el lago Ontario para llegar hasta las Toronto Islands para ver las increíbles vistas de su skyline o perderte en las decenas de pantallas de Yonge-Dundas Square que te harán sentirte en Times Square; existe otro lugar que ha de ser visita obligada en tu viaje: Kensington Market.
Parafraseando a Robert Fulford: “Kensington es hoy más una leyenda que un distrito” y por ello se ha convertido en uno de los lugares que más merece la pena visitar en Toronto.
En el espacio que ocupa una manzana, rodeado por las calles de College, Dundas.
Bathrust y la avenida Spadina, hay hueco para cafés en los que comer tartas veganas, comprar en supermercados ecológicos, comprar artesanías, tomar una copa, cenar en restaurantes multiculturales o lo que a mi más me gustó, simplemente pasear con los ojos bien abiertos.
Paseando por sus calles te encontrarás con casas de estilo victoriano antiguas que le han servido para ganarse el título de “sitio histórico de Canadá”.
Y ya, regresando al siglo XXI, en las paredes de Kensington Market te encontrás el mejor arte moderno en forma de murales y graffitis. Aquí puedes ver algunos de los que más me gustaron:
Tras el recorrido por sus calles que te llenará la retina de colores, mi recomendación personal es que pares a coger fuerzas comiendo un trozo de tarta de melocotón (Peach praliné) en Wendy’s pie in the sky (287 Augusta Avenue). La de melocotón es mi favorita, pero si no te gusta, seguro que encuentras algo que te encanta entre su amplio catálogo de tartas.
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