En Minca, muy cerca de Santa Marta, se encuentra la Hacienda la Victoria, una finca cafetera con 200 años de historia, que en 2022 está de aniversario.
Un poco de historia
A finales del siglo XIX cinco inversores ingleses, que habían llegado a la zona para la construcción de la línea de ferrocarril de Santa Marta, se unieron para convertir Minca en una zona cafetera, creando cinco plantaciones de las cuales solo tres continúan en la actualidad.
Las verdes laderas de la montaña de Minca eran el terreno perfecto para el cultivo de los cafetales, y cada uno eligió una zona para hacerlo. En la zona noroeste de la Sierra Nevada de Santa Marta, iniciaron el cultivo del café a gran altura, entre 800 y 1400 metros sobre el nivel del mar.
La Hacienda Victoria, cuyo nombre es un homenaje a la Reina Victoria, fue regentada durante años por sus fundadores ingleses, Charles y Alice Bowden. Durante la II Guerra Mundial un matrimonio de alemanes empezó a trabajar en la finca, y cuando los dueños originales se cansaron del cultivo, se la dejaron para que pudieran continuar con ella. No tenían dinero para comprarla, pero les permitieron hacerlo a plazos con el dinero que consiguieran de cada cosecha.
A día de hoy, sigue perteneciendo a la familia alemana, que la ha convertido en una finca de cultivo 100% sostenible.
La visita a la finca cafetera
La Hacienda la Victoria se encuentra a unos 15/20 minutos de la ciudad de Minca en coche o en mototaxi.
En la Hacienda se puede hacer un recorrido por el proceso del café desde la planta hasta la taza.
El recorrido comienza en la ladera, observando como es el árbol del café, y como son sus frutos, que han de estar de color rojizo para poder ser cosechados. Después te enseñan como se hace su selección y división en función de su calidad. La primera calidad se exporta al 100% y la segunda y tercera son las que se consumen en Colombia.
Es increíble ver que siguen usando la maquinaria de principios del siglo XX, esas enormes máquinas traídas de Inglaterra o de Nueva York y que aún funcionan como el primer día, para separar, lavar, y tostar el café.
El proceso es 100% natural, y no utilizan ningún químico, lo que se nota en el sabor incomparable de la taza de café a la que te invitan cuando has finalizado el recorrido por la Hacienda. Si quieres puedes llevarte a casa su café o tomarlo allí acompañado de uno de sus ricos bizcochos de banano.
Sin duda, si visitas Minca, la Hacienda Victoria ha de ser una de tus visitas obligadas. Además, si te gusta la cerveza, la antigua capilla de la Hacienda es ahora una fábrica de cerveza artesanal elaborada con agua mineral de la Sierra Nevada. Es la única local de la región y no usan ningún químico en el proceso.
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