Wroclaw, o mucho más fácil de pronunciar en español Breslavia, es la cuarta ciudad más grande de Polonia y, personalmente, creo que también es una de las más bonitas.
Breslavia una ciudad universitaria por excelencia lo que hace que su población sea muy joven. En ella tenemos un amplio abanico de cosas que hacer y sitios que visitar. Entre todas ellas he querido destacar las que a mi más me han gustado, y las que descubrí siguiendo las recomendaciones de los habitantes de Breslavia que tuve la suerte de conocer durante mi estancia allí.
10 cosas que hacer en Breslavia
Visitar Centennial Hall
Centennial Hall es un edificio construido a principios del siglo XX, cuando Breslavia era una ciudad alemana y no polaca. Es un impresionante auditorio de varias plantas, pero lo mejor no es el edificio sino sus alrededores.
En frente de Centennial Hall encontramos una fuente enorme en la que cada hora hay un espectáculo de música y agua. Además si vais en verano cada noche además podéis disfrutar del mismo espectáculo con luces. Es el lugar perfecto para pasar un domingo: sentarse en el césped a ver la fuente y comer algo en uno de los muchos food trucks que encontramos en la zona.
Muy cerca también se encuentra un bonito jardín botánico japonés en el que tan solo hay que pagar 4 zlotis (1 euro) para trasladarte a Japón sin tener que coger un avión. Merece mucho la pena su visita, y más si lo hacéis al atardecer.
Dar una vuelta por la isla de la Catedral
La impresionante Catedral de Breslavia se encuentra en una isla sobre el río Oder. En ella podemos encontrar otras iglesias y unas vistas preciosas del río.
Como curiosidad, cuando lleguéis a la Catedral fijaros en la torre de la derecha, cerca de la puerta principal. En esa pared hay incrustada una bomba que nunca llegó a explotar durante la II Guerra Mundial.
Y si sois de los que os gustan las supersticiones, al entrar os encontraréis que la puerta está flanqueada por dos leones (o más bien lo que queda de ellos). Si las mujeres tocan el de la izquierda encontrarán el amor y se casarán en menos de un año, y los hombres para tener la misma suerte tendrán que tocar el de la derecha.
Cruzar el Tumski Bridge (puente Tumski)
Este es el puente del amor, que en tantas ciudades encontramos últimamente. El puente de Tumski está lleno de candados que los enamorados han colgado como muestra de su amor antes de tirar su llave al río.
Si quieres hacer ese ritual no hace falta que te lleves el candado de casa, al lado encontrarás un puestecito que los vende por 10 zlotis (2 euros aproximadamente).
Comer pierogi
Los pierogi son una especie de dumplings polacos que se sirven con diferentes rellenos: carne, pollo, verduras etc. aunque los más tradicionales son los pierogi ruski (pierogi rusos) que están rellenos de queso y patata.
Son una opción de las más baratas y mi plato favorito polaco. Se pueden tomar hasta de postre porque también los encontramos rellenos de frutas.
Dar un paseo por su Plaza Mayor
La Plaza Mayor de Breslavia es una de las más bellas de Polonia. Sus casitas de colores y su impresionante ayuntamiento son un ejemplo de la arquitectura de la zona, influenciada por el estilo alemán.
Subir al pasillo de los penitentes para tener las mejores vistas de la ciudad
En la Iglesia de Santa María Magdalena, muy cerca de la Plaza Mayor podemos subir a un pequeño puente situado a 45 metros de altura que une las dos torres de la iglesia.
Ahora es un bonito mirador (al que hay que subir andando), pero cuenta la leyenda que fue un lugar de castigo para una mujer bonita que solo quería divertirse y no quería casarse ni trabajar. Fue secuestrada y castigada a pasar las noches en ese estrecho puente hasta que un día una bruja se apiadó de ella y la liberó.
Buscar gnomos
Breslavia es la ciudad de los gnomos y puedes entretenerte buscando a los más de 400 que se encuentran repartidos por toda la ciudad, pero tienes que andar con los ojos bien abiertos porque pueden estar en cualquier lugar: en el suelo, en una farola, en el alfeizar de una ventana, en una fuente etc.
Disfrutar del río
A la orilla del río Oder hay un bonito paseo con vistas a la Isla de la Catedral en el que poder disfrutar de un momento de tranquilidad. Justo en frente de esta hay una escalinata en la que los jóvenes de la ciudad se reúnen para beber en un sitio con vistas.
También puedes cruzar sus 130 puentes, dar un paseo en barco o si eres más atrevido hacerlo en kayak.
Ir al Callejón del Neón
Este es probablemente el sitio más hipster de Breslavia, pero que merece muchísimo la pena visitar. Se trata de un callejón en el que están colgados los neones que antes estaban en las puertas de cines, centros comerciales, hoteles o estaciones que ya ni existen. Se encuentra en la calle Ruska 46, y me lo recomendaron unos chicos que viven en Breslavia, no es de los lugares que aparecen en las guías.
Obvio es mejor visitarlo por la noche, pero si lo haces por el día encontrarás un ambiente bohemio en el que poder tomar algo con locales, y alejarte de la vida turística por un rato.
Descubrir su mercado
Como todas las ciudad Breslavia tiene varios mercados, pero el principal se encuentra muy cerca de la Isla de la Catedral. Es una parada obligatoria en la que ver los puestos de frutas, verduras, flores… y además el sitio perfecto en el que reponer fuerzas. En él encontrarás un “restaurante” en el que sirven comida tradicional polaca a muy buen precio.
Y esta de regalo: si te queda tiempo ir a Hydropolis (Museo del Agua)
Yo no tuve la oportunidad de visitarlo, pero todo el mundo que conocí en Breslavia me lo recomendó, así que yo también os recomiendo visitarlo, y si vais me contáis qué tal está en los comentarios y si merece la pena que aparezca en este listado.
Por no hablar de cafes como el modernista Art Cafe Kalambur o la curiosa libreria espanola, Ksiegarnia Hiszpanska, un rincon de Espana en Breslavia que tambien es cafe . El gnomo catedratico nos dio la bienvenida a otro de esos lugares que no deberias dejar de visitar en Wroclaw: su antigua universidad, hoy transformada en museo. El aula leopoldina es una joya del barroco, una de esas en las que tienes que tener cuidado para no sufrir sindrome de Stendhal.
Muchas gracias por la recomendación! En la librería española sí que estuve, pero anoto para la próxima vez la visita a la universidad.